ENTRENAMIENTO:
PSICORUNNING, FISIOLOGÍA Y PSICOLOGÍA

En la entrega inicial del tema que hemos titulado Psicorunning habíamos hablado de cómo la mente podía afectar a la percepción, cómo la ejecución de una habilidad técnica podía verse influenciada por la percepción que nosotros tenemos de esa habilidad, o de cómo hacemos una determinada cosa. Hoy vamos a ir a otra frontera entre lo que es la labor del entrenador y la labor del psicólogo. Así que el otro día era la técnica con la piscología y hoy es la fisiología con la psicología, de cómo afecta el cerebro a nuestro 'motor'.

Sobre este campo, el que más ha trabajado y ha tenido una teoría más potente y más desarrollada, y quizás, más vanguardista, ha sido el fisiólogo sudafricano Tim Noakes. Es muy famoso porque escribió un libro que se llama 'Lore of running', que es una de las biblias de cualquier entrenador y en el que lo mismo te habla de fisiología que de material deportivo, es realmente espectacular. En este libro dejaba las primeras pinceladas de lo que era su teoría del 'gobernador central'. Básicamente, de lo que habla es que el cuerpo no deja nunca que nosotros lleguemos a nuestros límites reales. Es decir, nunca vamos a llegar a vaciar completamente los depósitos de glucógeno. Eso que se dice del 'muro' en el maratón... pero nunca llegamos a vaciar completamente esos depósitos, el cuerpo no lo permite bajo ningún concepto porque estaríamos ante un peligro catastrófico de perder lo que se llama la homeostasis. Nunca somos capaces de llegar a ese límite, siempre hay una serie de 'líneas rojas' que el cuerpo marca y que este 'gobernador central' se ocupa de que no las sobrepasemos. Y en el caso de sobrepasarlaa, se encarga de obligar, de alguna manera, al cuerpo a frenar. Así que este famoso 'muro' no es algo 'real', aunque la gente que lo experimenta lo vive cómo algo muy real, sino que es una línea que el cuerpo marca y a partir de la cual es muy peligroso adentrarse y, por lo tanto, el sistema nervioso utiliza sus armas para hacer que el cuerpo sienta que hay que saber frenar.

Estas líneas no son algo fijo. Esto es algo que se ve muy fácil cuando nosotros nos ponemos el dorsal somos capaces de hacer cosas que sin dorsal seríamos incapaces de hacer. Podemos hacer unos ritmos que nosotros mismos nos decimos 'cómo es posible que vaya con esta facilidad hoy'. Por ejemplo, en una carrera haciendo de liebre. Sales a hacer de liebre en una media maratón, te pones el dorsal y te dices 'acabo de rodar en una media maratón a hora-treinta, hora-cuarenta y mi mejor marca personal es diez minutos menos. Esto sales a hacerlo en un entrenamiento y te cuesta... y en cambio, con un dorsal eres capaz. Y esto que sientes está condicionado también a la motivación, tiene mucha relación con el cerebro y con la motivación, con la psique, con la capacidad que nosotros tengamos de adentrarnos en el dolor. Por tanto, es algo entrenable. Hay una frase que ilustra muy bien esto, que la pronunció un fisiólogo relacionado con la neurociencia, y es que 'para reducir el dolor tenemos que reducir la evidencia creible de peligro y aumentar la evidencia creible de seguridad'. Es decir, si el cuerpo se crée que no hay un peligro real, si no que está dentro de los límites de la seguridad, podremos conseguir llevarlo un poquito más allá... y la semana que viene explicaremos cómo ir un poquito más allá.

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