MEDICINA DEPORTIVA:
LESIONES TENDINOSAS

Las lesiones tendinosas son un tema muy interesante de cara a todos aquellos que corremos y practicamos deporte. Nos habla sobre ellas Alejandro Rodríguez, Fisioterapeuta de la Clínica Ovimed.

En general, cuando corremos todos somos muy conscientes si tenemos alguna lesión de otro tipo. Si retorcemos un tobillo sabemos que nos podemos haber hecho un esguince, si tenemos un tirón en el músculo podemos pensar que nos hemos hecho una rotura… pero las lesiones tendinosas son lesiones más silenciosas. De repente, un día nos levantamos por la mañana y notamos una ligera molestia pero no le damos más importancia porque al entrar en calor ya no notamos nada, corremos y no percibimos nada, y hasta que no pasan unos cuantos días, unas cuantas sesiones de entrenamiento, no empezamos a notar una molestia más importante que si nos afecta para entrenar. Y llegado a ese momento, la lesión ya es de bastante importancia. Por eso son lesiones que hay que tener muy en cuenta y con las que debemos ser muy cuidadosos.

Entonces ¿cuándo nos enteramos de que tenemos la lesión ya es tarde?

Normalmente si. Las lesiones tendinosas, en los casos del corredor sobre todo, tienen un origen principal que es la consecuencia, o de una sobrecarga, de un exceso de trabajo, porque repetimos el mismo gesto de forma continuada, o por el traumatismo continuado contra el suelo. Normalmente además casi todos tenemos el problema de correr muchísimos días en superficie dura y eso genera un traumatismo continuo que nos va afectando a las inserciones de los tendones. Eso pasa un poco desapercibido inicialmente porque el tendón es la estructura del aparato locomotor que, en lugar de doler en actividad, en calor como duelen las demás, duele en frío. Por eso es una lesión silenciosa, cuando estamos corriendo no notamos nada y, sin embargo, a veces cuando estamos en la cama por la noche, o justo cuando nos levantamos por la mañana es cuando nos da la primera sensación. Si no hacemos caso a esa primera sensación y empezamos a tratarlo, a pensar en ella, a trabajar con buenos estiramientos, a utilizar el hielo todos los días después del entrenamiento, a darle cierta actividad al músculo para que mejore la situación, corremos el riesgo de que ese proceso, que inicialmente es de inflamación del tendón se convierta en una tendinosis, en una degeneración ya crónica del tendón que nos puede acarrear muchos problemas.

Para evitar todo esto ¿lo primero que tenemos que hacer es calentar bien previamente?

Si, realmente tenemos dos tipos de armas. Por un lado, las que están en nuestra mano, el calentamiento, los estiramientos… que aunque tengamos sensación de que los necesitamos o no, porque a veces nos decimos ‘yo caliento corriendo’…no, vamos a estirar bien, a calentar bien, vamos a hacer buenos estiramientos a posteriori, vamos a tratar de combinar terreno más blando con terreno más duro, aunque a veces es difícil, vamos a utilizar el calzado más apropiado posible. Y ante la duda si alguna vez tenemos una ligera molestia, trabajar con hielo siempre después de las sesiones de entrenamiento.
Y por otro lado tenemos, lógicamente, la otra terapia, que es la de los profesionales, ir al fisioterapeuta. Cuando practicamos deporte de una forma regular y ya nos lo tomamos un poco en serio hay que tener en cuenta que estamos exigiendo al músculo situaciones que son prácticamente las de los profesionales, porque luego, en general, somos gente que trabajamos. Con lo cual nuestro músculo lo va a necesitar. Hay que acudir al fisioterapeuta cada cierto tiempo, sobre todo siempre que tengamos alguna pequeña molestia de este tipo, para que nos ayude a trabajar y nos enseñe también como debemos entrenar. Para estirar bien ese músculo, ese tendón, y para darle un poco de elasticidad a esas estructuras, es fundamental.

¿Recomiendas que después de cada entrenamiento pongamos hielo?

En general si, sobre todo cuando hacemos entrenamientos de cierta intensidad. Cuando somos conscientes de que hemos tenido una sobrecarga en los gemelos pues no está de más trabajar un poco con hielo, al menos con paños de agua fría en los tendones de Aquiles. Cuando hemos trabajado subidas intensas y sabemos que hemos forzado los cuadriceps pues trabajar las rodillas un poco con hielo no sobre nunca.

¿Meterse en la bañera con agua fría y echar hielo después sería bueno?

A mi esa me parece una opción buenísima. De hecho, nosotros, en nuestra época en el fútbol ya hacíamos lo de llenar un barreño con agua fría y hielo. Para cinco o diez minutos después del entrenamiento, es una opción fenomenal para que desinflamen los músculos y la circulación mejore

¿Cuánto tiempo deberíamos estar metidos en el agua fría?

Poco, tres, cinco minutos… tampoco vamos a aguantar mucho más, y ese efecto de frío intenso durante esos minutos va a ser realmente efectivo.

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