ENTRENAMIENTO:
TRABAJO DE BASE

El primer periodo de entrenamiento es el que denominamos periodo de base. Normalmente este periodo se interpreta como uno de volúmenes muy altos, muchos kilómetros, generalmente kilómetros muy lentos. Esto viene un poco de la escuela neozelandesa, es una herencia de hace muchísimos años, del señor Arthur Lydiard, que llevó a los mejores fondistas durante mucho tiempo. Esto lo heredaron luego los finlandeses y posteriormente lo han heredado los keniatas y prácticamente nos ha llegado a nosotros por ahí.

Realmente como creo que funciona mejor es haciendo incidencia en los dos lados de la pirámide. Por un lado está la resistencia, haciendo esos kilómetros y ese volumen, y por otro lado está la velocidad. Una velocidad entre comillas, porque dependiendo un poco de la distancia objetivo llamamos velocidad a una cosa o a otra. Es decir, una velocidad de base para un corredor de 1500 o de 800 es muy distinta a la velocidad de base para un maratoniano. Para un corredor de 1500, o un millero o alguien que esté preparando distancias por debajo de 5000 estaríamos hablando de velocidad pura y dura, de series muy cortas, de inferior a 8-10 segundos dependiendo también de la experiencia de la persona, echas muchas veces en cuesta para evitar lesiones.

Es un trabajo bastante duro y con recuperaciones muy amplias, a veces cuando se lo mando a mis atletas les cuesta asimilar esas recuperaciones tan amplias para repeticiones tan cortas, pero cuando le cogen el tranquillo a dar el máximo en las cuestas es cuando empieza la cosa a funcionar y entienden el por qué de esa necesidad de recuperaciones tan largas.

En distancias más largas, como puede ser la del maratón, lo que llamamos velocidad es a lo que comúnmente se conoce en jerga científica como la potencia aeróbica. Esto, traducido a lo que estamos tratando, es la velocidad a la que iría una persona normal en un 3000 o un 2000 más o menos, dependiendo un poco del nivel de cada cual. Se harían en principio distancias muy cortitas, con unas recuperaciones también cortas, buscando conseguir un aumento de la capacidad de generar energía por vía aeróbica. Lo que hacemos es subir nuestro techo de velocidad para que cuando vayamos avanzando en la temporada y queramos trabajar en nuestro ritmo específico no nos demos contra ‘el techo’. Por tanto, el objetivo en este periodo del trabajo de base es simplemente subir hacia arriba los umbrales como primer paso antes de pasar a los siguientes.

DEJA TU COMENTARIO:

¡COMPARTE!